Malo, malo y malo. La verdad es que no se puede decir otra cosa. En crónicas anteriores hablaba de la virtud de este equipo de no darse por vencido mientras sumaban derrota tras derrota, de su “guerrear” para intentar sacar los partidos adelante. Pues si antes hablo, antes pasa. Este sábado no existió nada de eso. No había vida, no había nervio, brazos caídos, llegando tarde a todos los balones, todas las líneas mal, no hablaban entre ellos, las indicaciones de los entrenadores se perdían entre la hierba y regalamos todos los goles. Solo ocho minutos hubo de algo de juego y de querer hacer cosas. Los ocho minutos posteriores al gol que metió Julen, gol que fue como una inyección de vida. Pero fueron solo eso, ocho minutos. ¿Por qué no salieron con esa intensidad desde el principio?, ¿Por qué en los minutos finales se quiere hacer lo que no se ha hecho durante todo el partido?. Grandes misterios sin resolver. Reseñar que el portero del Zarautz fue expulsado, por lo que se quedaron con diez jugadores y uno de ellos tuvo que hacer las funciones de portero. Curiosamente desde ese momento no hubo ningún disparo entre los tres palos por parte del Ordizia. En fin, como también he dicho en crónicas anteriores, el salir o no salir de esta situación esta en gran medida en las botas de los jugadores, en sus piernas y en sus cabezas. Vosotros mismos. Para ver fotografías del partido “clicar” en la imagen.

CADETE Partido ORDIZIA-ZARAUTZ 6-11-10